Este artículo fue publicado el 9 de junio en TheFoodieStudies.
El pasado día 2 de junio la artista Romina de Novellis se sentó sobre una sábana blanca cubierta de trozos de sandía. Ella misma llevaba un mantel blanco a modo de vestido. Con toda la calma del mundo comenzó a sacar la pulpa de otra sandía y a comérsela. Mientras tanto, la acompañaban dos músicos, uno al violín y otro al acordeón, y detrás se proyectaba una videoinstalación de la propia artista comiendo granadas en compañía de dos buitres.
La artista italiana ha sido la encargada de realizar la primer “performance” del festival FoodFuturesArt, organizado por el centro cultural Faust en Hannover. Durante las próximas semanas y hasta el 7 de julio una veintena de artistas alemanes e internacionales mostrarán su visión particular sobre el futuro de nuestra alimentación a través de sus instalaciones, videos, fotografías, pinturas y “performances”. Mediante este proyecto, se pretende encontrar caminos para adoptar hábitos que aseguren una alimentación sana y consciente, teniendo en cuenta el cambio climático y la creciente tasa de población.
Como introducción a la temática del festival, los comisarios han elegido un vídeo del ya consagrado artista Daniel Spoerri. En él muestra una larga mesa con sillas, todas hechas con residuos de embalajes. Spoerri, famoso por introducir el término “Eat Art” y por su Restaurante Spoerri, inspiró a gran cantidad de artistas a utilizar en sus obras residuos de alimentos y otros objetos que se utilizan para comer.
Para la artista contemporánea De Novellis, su propio cuerpo es el medio de expresión más importante. Durante su performance titulada “Inferno”, utiliza también varias piezas de sandía, con las cuales hace tangible la materialidad de varias maneras. Según la organización podemos interpretar el arrancar, el desechar y el incesante comer de la sandía como símbolo del despilfarro de alimentos que existe en gran parte del mundo. Por otra parte, la pulpa roja y el jugo representan la sangre de las vidas que se cobra ese despilfarro.
Esta “performance”, que la artista realiza por tercera vez desde su primera interpretación en 2015, la ha combinado con la segunda parte de su videoinstalación “Augurii”, obra que presentó en 2014. En ella vemos distintas escenas en las que aparece en su apartamento acompañada de dos buitres: comiendo granadas en la mesa, bañándose, dándole el pecho a su bebé y tumbada en la cama.
El acto repetitivo de comer la sandía, la larga duración de su “performance” y la gran cantidad de sandía y manchas rojas sobre el mantel y la sábana blanca, hace que la propuesta de Romina sea visualmente muy potente. Las imágenes del vídeo como fondo le añaden un aspecto de tensión y casi de violencia, viendo a dos animales salvajes en un hábitat que no es el suyo por naturaleza y las consecuencias que puede tener para la artista y su familia.
Dentro del contexto del proyecto, la puesta en escena de la artista debe recordarnos que en todo el mundo un tercio de los alimentos que se cultivan se pierden antes de siquiera llegar al mercado, o se desperdician en establecimientos y hogares, según la FAO.
Mientras tanto, la propia organización de las Naciones Unidas ha organizado un simposio internacional para los días 10 y 11 de junio, en el cual abordarán la misma temática desde una perspectiva institucional y académica. Desde todos lo ámbitos se está haciendo hincapié en la importancia de concienciar al mundo sobre esta problemática. El gran desperdicio de alimentos está además en relación directa con el hambre que pasa una importante parte de la población y las consecuencias fatales que tiene para muchas vidas. Los buitres que nos muestra Romina, igual que el hambre y el descuido de los humanos, están siempre al acecho.
En Hannover, durante las próximas semanas, los demás artistas invitados presentarán otras obras relacionadas con temas de seguridad, sostenibilidad, tratamiento de residuos, preparación de alimentos y reservas de emergencia, y además de las expresiones artísticas, hay una amplia oferta variada de talleres, conferencias y cenas. Que este proyecto sirva de plataforma para generar buenas iniciativas y propuestas concretas para combatir los problemas que nos encontraremos y a los que ya nos estamos enfrentando a día de hoy en nuestro mundo de la alimentación.