Hoy ha sido un muy buen día. Han llamado a la puerta y al abrir me han entregado una caja llena de quesos, Quesos con rostro nada menos. Menuda sorpresa, y cómo pesaba la caja, ¡oye!
Lo primero que hago tras cerrar la puerta, por supuesto, es abrir la caja y meter las napias. Que me llegue ese aroma que no a todo el mundo gusta. Mejor… más queso para mí.
Me pongo a investigar el contenido de la caja, y nada más abrir el primer paquetito, veo una costra grisácea con unas marcas en relieve. Saco el trozo con cuidado del envoltorio, lo voy girando y me doy cuenta que también tiene dibujo en la parte inferior, pero las lineas parecen diferentes. Este trozo debe de ser un cuarto del queso entero y me entra curiosidad por ver cómo continúa el dibujo de lo que falta del queso. Mientras no me compre el queso entero, aquí lo podéis ver.
Tanto el dibujo, repartido por gran parte de la costra, como la forma troncocónica del propio queso, son característicos del Tronchón. Ambos se consiguen gracias al molde en el que reposa y se prensa la leche ya cuajada, que va haciéndose paso también en las pequeñas hendiduras del molde y que luego formarán el dibujo plasmado en la costra.
Actualmente los moldes son de plástico por normativa sanitaria, pero antes de entrar estos en escena, los moldes, o ancillas, se tallaban en madera. Parecían pequeños cuencos de madera, pero con abultamiento en su interior. También tenían varios agujeros y canalillos por donde el suero pudiese colarse. Era en estos canalillos o hendiduras donde la pasta del queso se prensaba poco a poco y se creaban los bonitos dibujos en su costra.
Que cada quesero tuviese sus propios dibujos no es de extrañar si los moldes se encargaban a un carpintero especializado. Aparte de los dibujos vegetales y geométricos más conocidos, parece que también se hacían ancillas con motivos animales, sexuales, cósmicos o religiosos. Afortunado el que haya visto estos dibujos en un queso Tronchón.
Como podéis leer, los quesos y sus costras esconden muchas historias. Otro día os contaré más.